Norte de Marruecos
Entre las ciudades del norte de Marruecos , nuestras favoritas son Marrakech,Casablanca y Tánger .
Casablanca es una ciudad moderna con una gran oferta turística y uno de los puertos más grandes del mundo. También tiene la mejor vida nocturna de Marruecos.
Tánger es una ciudad que conserva los indicios de la ocupación prehistórica. Ha estado bajo el dominio de diferentes países y posee por tanto un interesantísimo patrimonio artístico y cultural.
Marrakech
Atrévete a perder la noción del tiempo en el laberinto de Marrakech
Marrakech, la laberíntica Ciudad Roja es uno de nuestros destinos favoritos para visitar. Únase a nosotros y descubra por qué fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Historia
Marrakech, cuyo nombre en bereber significa “Tierra de Dios”, es también conocida como “La Ciudad Roja” por el color de sus edificios y construcciones. Su misterio y encanto, además de los lugares que describiremos más adelante, hicieron que fuera declarada Patrimonio de la Humanidad, (al igual que Fez y Essaouira ), en 1985. Destaca por sí solo su interior, la Medina. Rodeada por una gran muralla roja con varios ingresos, la medina de Marrakech es un extenso laberinto de callejones, plazas y suks. Su Plaza Principal Jemaa el Fna, durante el día, se llena de acróbatas, músicos, encantadores de serpientes y todo tipo de maravillas, convirtiéndose por la noche en un gran centro comercial al aire libre.
Y hablando de esta plaza y de la Mezquita de Kutubía, subrayaremos un detalle curioso: su torre nació del mismo arquitecto que diseñó la Giralde de Sevilla.
Qué ver
Fuera de la Medina, Marrakech posee un pequeño jardín botánico , donde el exotismo y la magia de Marruecos crecen como vegetales. También podemos encontrar en Marrakech la Medina Palmeral o el Antiguo Barrio Judío.
Uno de los pilares de la vida en Marrakech es el comercio, un hecho que resulta evidente cuando se camina por las calles. De una mirada sencilla, lo primero que destaca es la venta de todo tipo de artículos hechos a mano, siendo las más interesantes las alfombras (hechas a mano por los bereberes), el cuero, la orfebrería, chucherías y piedras preciosas. Pero lo que mucha gente no puede ver, a menos que vaya acompañado de un guía ya veterano en la zona, es la parte de las trastiendas. Ahí reside otro de los encantos de Marrakech, porque allí se puede ver a cada trabajador elaborando las prendas, teñiendo las lanas, los turbantes, trabajando el metal y los orfebres, curtiendo las pieles… en definitiva, ultimando hasta el más mínimo detalle. con el fin de que los productos que se ven en los escaparates tengan la mayor calidad posible. Aquí está el alma de Marrakech: en su forma de vivir, de trabajar, de dedicarse en cuerpo y alma a su comercio y a sus turistas. Definitivamente, la Ciudad Roja es un lugar que vale la pena visitar… pero recomendamos hacerlo de la mano de un guía, ya que de lo contrario es muy fácil perderse en este laberinto.
Casablanca
Casablanca, una gran ciudad con una gran oferta turística
Casablanca es una ciudad al oeste de Marruecos, en la costa del Océano Atlántico, aunque nosotros, por su proximidad a Tánger y su distancia con Aït Ben Haddou , nuestro centro de operaciones, la incluimos entre los destinos del norte.
Es la ciudad más grande de Marruecos, su puerto principal y la sede de la mayoría de las instalaciones industriales e internacionales. Es el verdadero centro cultural, económico e industrial del país. Su puerto es también uno de los más grandes del mundo.
Podemos decir que Casablanca es un ejemplo de mezcla cultural entre el mundo árabe y el mundo occidental. También es la ciudad con mejor vida nocturna de Marruecos.
Además de su puerto, podemos encontrar monumentos como la Mezquita de Hassan II, sin duda el principal icono de Casablanca, con su minarete de 210 metros de altura, que fue construido para conmemorar el 60 cumpleaños de Hassan II. Esta mezquita se puede visitar contratando una visita guiada. Junto a la mezquita podemos encontrar la playa de “La Corniche”, un buen lugar para relajarse tomando el sol, disfrutar de sus bares y restaurantes o practicar actividades acuáticas.
Casablanca tiene también una antigua medina, pero no es comparable en encanto ni extensión a las laberínticas medinas de Marrakech o Fez, por ejemplo. Si no tienes tiempo de visitar ninguno de estos últimos, te recomendamos un paseo para que te hagas una idea.
El Marruecos Mall es un centro comercial muy interesante para los amantes de las compras. Se encuentra al final de la playa de “La Corniche” y allí también podrás encontrar zonas de ocio, jardines, restaurantes y cafeterías.
Otras opciones que ofrece Casablanca, es visitar la antigua Catedral del Sagrado Corazón, el Museo Judío Marroquí, el único museo judío del mundo árabe o el Parque de la Liga Árabe, el auténtico pulmón verde de Casablanca. También podemos mencionar como lugares interesantes la Plaza Mohaned V, el Mercado Central o el barrio del Palacio Real.
Si dispones de suficientes días te recomendamos visitar esta ciudad en tu viaje al sur del país.
Tánger
Varias civilizaciones, una sola ciudad. Adéntrate en siglos de Historia.
Tánger es una ciudad situada en el extremo norte de Marruecos , en el Estrecho de Gibraltar. Limita por tanto al norte y al oeste con el océano Atlántico.
El nombre de Tingé proviene de la tradición mitológica gregoriana, y fue elegido en honor a la esposa del gigante Anteo. Esto trascendió en la mitología bereber, según la cual Tánger fue construida por un hijo de Tingis, esposa del héroe bereber Anteo, derrotado y asesinado por Hércules. De hecho, uno de los atractivos turísticos de Tánger es la gruta de Hércules.
Tánger conserva indicios de ocupación prehistórica, siendo ocupada posteriormente por fenicios, cartagineses y romanos. El cristianismo también fue particularmente importante durante el siglo III a.C.
Posteriormente cayó bajo dominio vándalo, bizantino y árabe, perteneciendo al Reino de Taifas de Málaga, perteneciendo posteriormente al Emirato de Tánger. También cayó bajo el dominio de Portugal y España, y también se instalaron tropas italianas en la ciudad durante el siglo XIX. Posteriormente fue un condominio conocido como Zona Internacional de Tánger, y finalmente fue incorporado al reino de Marruecos en 1957.
Sus murallas son eminentemente defensivas. Constan de trece puertas de acceso, siete baterías de defensa y unas torres de vigilancia.
En nuestra visita a Tánger nos dirigiremos a la zona del puerto, desde donde también podremos contemplar la nueva Mezquita del puerto y el famoso Hotel Continental.
La Medina de Tánger conserva el encanto de las Medinas árabes y algunas zonas de murallas construidas por los portugueses. En la zona alta de la Medina, rodeada de murallas y sobre la bahía y el puerto, podemos encontrar la famosa Kasbah.
Cabe mencionar el Gran Zoco, antiguo mercado rural y actualmente centro neurálgico de la ciudad, así como el Zoco Pequeño. Dentro de la Medina, merece la pena visitar la zona de bazares de las calles Francis, Siaguin y Al Mouahidin.
También consideramos interesante el barrio de Beni Idder, situado al sur de la Medina.
Fuera de la Medina podemos visitar la Plaza del Faro, la Plaza de la Liga Árabe, la calle junto al mar y el puerto turístico y deportivo, que se sitúa al oeste del paseo marítimo, Tanga Marina Bay. Hay que distinguir el puerto de Tánger Ville, para ferrys de alta velocidad desde Tarifa y cruceros turísticos desde el puerto pesquero, y el Puerto de Tánger Med, que se encuentra a unos 76 kilómetros del mismo, y que es un puerto moderno y la principal terminal de mercancías y pasajeros.
East of Morocco
Fez, Capital of Islam and Chefchaouen, the Blue Pearl.
Chefchaouen
Chauen, Chefchauen o Chefchaouen es conocida como la Perla Azul de Marruecos. Se encuentra en el noroeste del país, cerca de Tetuán y Tánger, en las montañas del Rif. Está construido en un valle y tiene alrededor de 40.000 habitantes.
Al igual que Fez, su población original está formada por inmigrantes de al-Andalus, tanto musulmanes como judíos, por lo que tiene cierta similitud con algunos pueblos andaluces como Frigiliana o Mojácar, con calles estrechas e irregulares y casas encaladas de tonos azules. Muchos de sus habitantes hablan español, ya que fue también una de las bases principales del ejército español.
La parte más antigua de Chefchaouen se encuentra en la zona más alta de la montaña y la parte nueva se ha construido más abajo, al lado de la ciudad vieja.
Podemos disfrutar de un recorrido por su Medina, a través de la puerta en forma de arco, y continuaremos por la calle principal, que cruza la ciudad de este a oeste. Podemos caminar por sus calles, haciendo algunas paradas para comprar en sus pequeñas tiendas. Lleno de todo tipo de artesanías marroquíes, y podemos visitar la plaza de Uta al-Hammam. Esta plaza es el centro de la medina, siempre está muy concurrida porque está llena de cafés y restaurantes, y aquí también puede deleitarnos la vista con la Gran Mezquita del siglo XV. Cerca de la plaza, también podemos encontrar uno de los Fondouks más antiguos de Marruecos. Los Fondouks son edificios en los cuales los comerciantes que traían sus productos para venderlos en los mercados, podrían descansar y pernoctar junto con sus animales (dromedrarios, etc.). El Fondouk Chfichou, es un edificio del siglo XVI o XVII, en el que podemos acceder a través de una gran puerta, un patio central, dos salas laterales y unas 50 habitaciones que funcionan como talleres y almacenes. También en el piso superior, podemos encontrar las habitaciones.
Es muy importante que las autoridades se encarguen de mantener este Fondouk, ya que está en peligro de desaparecer.
Continuamos en nuestro paseo subiendo hasta la cascada y los lavaderos. Es habitual encontrar gente local lavando las alfombras o refrescándose en las piscinas, que se forman cuando el agua está bajando.
Puedes subir a su punto más alto donde se encuentran los manantiales de Ras al-Ma.
Fez
Fez, la capital del Islam en Marruecos
Fez es la capital del Islam y se encuentra ubicada en una región anteriormente llamada Hispania Nova. Tiene una población cercana a los dos millones de habitantes. La ciudad fue fundada por Idrís, en 789 en una de las orillas del río Fez. Más tarde, recibió a la población árabe emigrante de Andalucía, que se estableció en dos áreas o barrios de la ciudad, lo que definitivamente le dió su esencia árabe: Adwat al-Qarawiyyin y Adwat al-Andalus. Es una de las cuatro ciudades imperiales, junto con Marrakech, Meknes y Rabat. En Marruecos es considerado como el centro religioso y cultural del país.
En la ciudad podemos encontrar tres zonas diferentes. Como en Marrakech, la zona antigua está dentro de las murallas. Aparte de la antigua ciudad, está Fez el Jdid o la nueva zona, donde podemos encontrar el barrio judío o Mellah y la Ville Nouvelle, fundada por los franceses.
Tenemos dos medinas, siendo la medina de Fez el-Bali la más grande de la ciudad. La medina de Fez es su principal atractivo y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981. En ella, podemos encontrar sus dos calles más importantes; Alaa Sghira y Talaa Kebira, que cruzan la medina de este a oeste.
Comenzaremos el recorrido en Bab Boujloud o la puerta azul, que es la puerta de acceso principal y la más hermosa, y entraremos en el laberinto de tiendas, zocos y restaurantes para descubrir toda la magia de esta Medina. Encontraremos los patios típicos de fondouks o de comerciantes, en los que se permitía la venta y en los que se alojaba a los comerciantes que visitaban la ciudad. Descubriremos la Plaza Najjarine, que tiene una de las fuentes más ornamentadas de la ciudad.
En Fez, tenemos la posibilidad de visitar, además de la Medina y sus barrios, la Madraza Bou Inania que, que data del siglo XIV, fue fundada por la dinastía Merinides y que funcionó como escuela y como mezquita. Ya que es la única de la ciudad en tener minarete. También está la Madraza Al-Attarine, el monumento de Bab Boujoloud o el museo de artesanía de Dar Batha.
También encontraremos la Zaouia de Moulay Idriss II, cuyo techo verde se puede distinguir de los puntos de vista de Fez. El problema con estos monumentos es que no se permite el acceso a los no musulmanes.
Sin lugar a dudas, contemplar la ciudad desde estos puntos de vista al atardecer es un espectáculo que no debe perderse.
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